miércoles, 30 de diciembre de 2020

 



María Luisa de la Riva, pintando flores


Tres cuadros de esta pintora se muestran en la exposición "Invitadas " organizada por el Museo del Prado ( 6 de Octubre 2020 al 14 de marzo de 2021). Para mí era una artista totalmente desconocida, al igual que otras pintoras, que a través de esta muestra he podido conocer.

De ella se exponen tres obras, dos son unos cuadros magníficos, grandes, representando granadas y uvas con una ejecución extraordinaria que te deja sin aliento. El tercero titulado Puesto de flores es pequeño pero resalta por su luz y , a mis ojos, por la cantidad de plantas que se representan.

María Luisa de la Riva y Callol nació en Zaragoza en 1865. Era una época difícil para las mujeres que destacaban en este campo ya que, por aquel entonces, no eran admitidas en las academias de Bellas Artes. Era difícil alcanzar una formación especializada y, sobre todo, que consideraran tu trabajo como una profesión y no solamente como una mera afición o entretenimiento agradable.

Ella tuvo distintos profesores y se especializaría en el tema de bodegones y flores. Alcanzó el reconocimiento por su trabajo ya en España, sin embargo, se instalaría en Paris a finales de la década de 1880, al igual que otros pintores de la época.



                                                  Puesto de flores. María Luisa de la Riva. 


En Paris existía un emergente movimiento feminista en este sentido, el acceso a un mercado internacional y más amplios horizontes en el desarrollo de su profesión. 
Había allí asociaciones femeninas de profesionales y exposiciones de mujeres pintoras. Consiguió reconocimiento y fue premiada en varias ocasiones. Llegó a tener estudio para la formación de otras mujeres.
Volvió a España poco antes de su fallecimiento, que tuvo lugar en Madrid, en 1926.
Gracias a la investigación que ha llevado a cabo Magdalena Illán Martín se conoce algo más sobre la trayectoria de esta pintora y sobre el éxito que tuvieron sus obras Se pueden leer sus artículos en internet.

El cuadro sobre estas líneas, Puesto de flores, a pesar de su tamaño, 71x55 cm, llama la atención por la gran habilidad para representar la figura de la vendedora así como un gran número de flores que podemos identificar. Las plantas, las diferentes especies, están bien determinadas en sus caracteres a pesar del formato pequeño.
Se disponen en dos grupos , un plano próximo y otro lejano, en medio de los cuales se sitúa  la florista delante de la alta verja de un jardín con un gesto pensativo y cansado. Se pueden reconocer calas, rosas, pensamientos, geranios, singonios, ficus, diferentes begonias algunas de hojas jaspeadas, liliáceas, al fondo parece verse un aloe vera...

Es una delicia la contemplación de este cuadro que gracias a  la ampliación en el ordenador nos permite un viaje entre las plantas, entre los distintos matices de verdes y descubrir muchos detalles.