domingo, 10 de noviembre de 2024

 



Arcanes, ciudad cretense florecida


La isla de Creta es un lugar muy interesante para visitar. Con su historia se inicia la primera esplendorosa civilización del Mediterráneo que allí floreció, precursora de la micénica.
La historia de los minoicos nos retrotrae a los primeros mitos. Sus palacios, no revelados hasta finales del siglo XIX y sacados a la luz a comienzos del siglo XX, dieron a conocer su arquitectura, su rica cerámica y sus frescos.
La geografía de la isla es montañosa y el paisaje está salpicado de olivos, vides y arbustos mediterráneos como el lentisco.
Arjanes, Arcanes o Archanes es una pequeña localidad situada en la zona central de la isla a pocos kilómetros al sur de la capital, Heraclion, y a unos ocho kilómetros de Cnosos.






En las calles, limpias y cuidadas, destacan las entradas de las tiendas con  sus características puertas anchas de madera y cristal y las abundantes plantas ornamentales que las embellecen. Voy a mostrar cinco ejemplos de la flora que allí vi.


Lycianthes rantonnetii


Especie dedicada a un horticultor francés, M. Rantonnet. Es un arbusto o arbolito perenne/ semiperenne procedente de América del Sur, perteneciente a la familia solanácea , recibiendo por esto el nombre de solano de flor azul. 
Es una planta rústica que crece de forma asimétrica, un poco desordenada y muy ramificada. Que mantenga sus hojas todo el año dependerá del lugar donde esté ubicada ya que no tolera las heladas. Su flor es muy bonita de un color violeta azulado, con pétalos soldados, un poco más oscuros en los bordes y posee un llamativo centro amarillo Las hojas las tiene ovales, de tamaño mediano-pequeño y  de bordes enteros. Sus frutos son colgantes, rojo anaranjados y son tóxicos. Llama la atención por sus flores porque su porte no es llamativo.



Lycianthes rantonnetii


Carissa macrocarpa                                                                                                                                                                                                          

 A la entrada del Museo Arqueológico se puede ver un gran macetón con flores blancas conocida como jazmín africano o ciruela de Natal. 
Se trata de un arbusto de Sudáfrica, la Carissa macrocarpa .        
Es perenne y pertenece a la familia apocinácea. Es espinoso  y estas espinas se bifurcan en sus extremos. Contiene un látex blanco. Sus hojas ovales son coriáceas con un pequeño ápice en el extremo. Las flores níveas , con cinco pétalos, crecen en las axilas. Su fruto es comestible y parece ser que es rico en antioxidantes, vitaminas y minerales.





Carissa macrocarpa


Podranea ricasoliana


En diferentes lugares de la ciudad se puede ver esta planta que puede adquirir una gran envergadura , sobrepasar los muros y casi  adueñarse de la calle. Es una bignoniácea que recibe el nombre de bignonia rosa o arbusto de Pandora.
Su origen también es Sudáfrica. Es una enredadera de tallos leñosos, algo cuadrangulares, sin zarcillos.
Sus hojas están compuestas de 5 a 9 folíolos lanceolados u ovales con el margen un poco dentado.
Es una planta aromática, muy vistosa, con grandes grupos de flores campaniformes de color rosa con delicadas líneas fucsias. Los frutos llaman la atención por ser largas vainas de superficie lisa que contienen numerosas semillas aladas.







Podranea ricasoliana



Tecoma stans                                                                                                                                       

Se trata de otra bignoniácea pero esta vez procedente de América ( Sur de EEUU, Centroamérica y Sudamérica). Según el lugar recibe diferentes nombres, timboque, tronador, bignonia amarilla, trompeta de oro...
Su flor de color amarillo vivo de forma túbulo-campanular se dispone en panículas terminales de entre 8 a 20 flores. Sus hojas son compuestas, opuestas y de bordes aserrados. El fruto es alargado como el de la anterior bignonia. Las ramas son frágiles y se desgarran fácilmente.



Tecoma stans


Odontonema cuspidatum.                                                                                                  


Procedente de México y América Central de la familia acantácea. Conocida por diversos nombres como coral de jardín o clavo de fuego. La inflorescencia, que es terminal  y puede medir casi treinta centímetros, está compuesta de numerosas y llamativas flores tubulares rojas que atraen a mariposas y colibríes. Las hojas son alargadas de borde liso y final acuminado. En regiones cálidas es perenne.         



Odontonema cuspidatum


Este es un pequeño ejemplo de las plantas con flores que vi en Archanes. En mi opinión, que las flores se adueñen de la ciudad es la mejor forma de invasión.