miércoles, 26 de junio de 2019

Carranque, arqueología y flora.




Carranque, arqueología y flora.


Carranque es un pequeño pueblo perteneciente a Toledo, situado muy cerca del límite con la comunidad de Madrid. No es un lugar muy conocido pero tiene de particular que, a unos 6 Km del pueblo, se encuentra un lugar interesante para visitar que es su centro Arqueológico.
Erase una villa romana , cercana a la orilla del río Guadarrama , que fue casualmente descubierta hace más de 35 años ¿Que más nos ocultará el terreno por los alrededores ? Seguramente, muchas más villas e  importantes calzadas  aún están por descubrir...
Hemos de cruzar el puente sobre el Guadarrama, para dirigimos hacia la entrada del recinto.
En el Parque Arqueológico de Carranque podemos ver los restos de la villa romana , sus mosaicos y el mausoleo de sus moradores que datan del siglo III-IV de nuestra era. Pero visitaremos también los
restos de otro edificio relevante, un edificio palacial que, aunque denominado la Basílica, se trataba de un edificio civil, aunque el tiempo se encargaría de que tuviera otros usos.
Esta construcción es algo más tardía y fue utilizada por visigodos, musulmanes y cristianos  a lo largo de los siglos...



Carranque. Puente sobre el río Guadarrama.



Restos del edificio palacial. Carranque.



La Villa romana de Materno. Carranque


Por más interesante que esto parezca, la visita no acaba aquí porque, antes o después de la misma,  numerosos caminos se abren alrededor para descubrir una variada flora que hay que visitar antes de que se agoste...
En la margen izquierda del Guadarrama llaman la atención una serie de colinas salpicadas de Stipa, un camino a sus pies invita a ir cada vez más lejos. En un determinado momento, podemos desviarnos por una senda a la izquierda  donde, un poco más adelante,  nos esperan unas interesantes cárcavas.
Salvias,cardo enrejado,iris,gran variedad de leguminosas y compuestas....nos llevaremos gratas sorpresas si nos adentramos por estos caminos .



Sendas cercanas al río Guadarrama.
    

Papaver somniferum salpicando el llano.


Salvia argentea.


Asteriscus aquaticus


Flor de Anchusa azurea

Tojo, llamativa planta parásita. 



Flor llamada cuatro hermanas portuguesas ( Cleonia lusitanica)


Cardo enrejado (Atractylis cancellata)
Lirio español (Xiphium vulgare)



Carranque. Numerosos caminos para recorrer. Eucaliptos al fondo.

jueves, 6 de junio de 2019

Los pequeños naturalistas





Los pequeños naturalistas


Un cuadro de José Jiménez Aranda

Los amantes de la naturaleza, las plantas, los árboles, las flores...ya sea en su faceta más natural y silvestre como en la restringida a jardines o macetas, disfrutamos también de los cuadros en los que se representa. Este es el caso de la obra titulada Los pequeños naturalistas.


Se trata de  un cuadro pequeño, un óleo sobre lienzo de, aproximadamente,  50x60 cm, situado en una esquina de la sala 62A del Museo del Prado.
Esta sala, y las que hay a su alrededor, reflejan la pintura española de los siglos XIX y principios del XX. Por su pequeñez, puede pasar desapercibido entre otras obras de mayor formato pero, si llegamos hasta él y lo observamos nos atrapará enseguida. La escena es sencilla , unos niños en el jardín observan a un escarabajo, sencilla pero vívida, tierna , luminosa, magnífica instantánea captada para componer un cuadro precioso.
La obra es del pintor sevillano José Jiménez Aranda (1837-1903). El cuadro está fechado en 1893.
El autor pasó temporadas en París y en Roma y, en esta ciudad , coincidiría con Mariano Fortuny.
En las temporadas fuera de España asimilaría influencias naturalistas, al igual que otros pintores de su época, que se reflejarían en su pintura. Los artistas aspiraban a  conseguir una gran precisión en las representaciones de  paisajes, escenas o retratos .



Los pequeños naturalistas . José Jiménez Aranda, 1893. Museo del Prado. Madrid.



El óleo fue adquirido al yerno del pintor, estuvo en el Museo de Arte Moderno de La Coruña, desde 1903 a 1971,  hasta que vino al Museo del Prado.

El cuadro es una delicia, es una imagen viva de los niños enfrentados a las maravillas y misterios de la naturaleza. La escena se enmarca en el jardín. El escarabajo patas arriba centra su atención, detrás de ellos , plantas en macetas y barriles, al fondo el espacio se prolonga ¡ Hace buen tiempo, salgamos a curiosear! Y así, con los ojos abiertos en busca de sorpresas pasan las horas. Entremos en ese jardín, acerquémonos a ver qué han descubierto, huele bien, la brisa corre entre sus cabezas y el tiempo se detiene...









Cada uno puede ver en un cuadro lo que quiera, no es necesario que nadie explique nada. Es verdad que un experto te señalará detalles o aspectos que, a primera vista, pasan desapercibidos pero el impacto  inicial de la pintura, cuando ésta te cautiva, es el que tiene más valor.
Las emociones que uno siente ante una obra son la suma de lo vivido, de lo soñado, de lo imaginado...
Animo a verla, a descubrirla en ese rincón de esa sala del Museo del Prado. Es mucho lo que evoca  este pequeño cuadro.