sábado, 27 de octubre de 2018

Color púrpura en el Jardín Botánico




Color púrpura en el Jardín Botánico

Phytolaca , amaranto y ricino


Los espacios verdes nunca están del todo explorados. El reino vegetal, como conjunto de seres vivos, tiene por norma el cambio continuo, la variabilidad, solo que para constatarlo aquí es preciso que seamos observadores. Hay que estar dispuestos para fijarse en las variaciones en el recorrido, ya que nunca se pasea por el mismo camino.
En el Real Jardín Botánico ( RJB) de Madrid y en otros lugares similares, con gran concentración de distintas especies, siempre veremos algo diferente, algo nuevo no visto antes  o algún cambio en lo ya conocido.
Y eso ha pasado ¿ cómo se puede ignorar ese color púrpura que presentan diferentes plantas ?



Phytolacca americana en la platabanda del Real Jardín Botánico de Madrid.



PHYTOLACCA. A éste género pertenecen muchas plantas perennes que son nativas de extensos territorios del norte y sur de América, del este de Asia y de Nueva Zelanda.

Se trata de plantas herbáceas, aunque la P. dioica, denominada también Ombú o Bellasombra puede alcanzar una gran altura , un  extenso contorno en su base, y tener apariencia de un gran árbol creciendo en Uruguay, sur de Brasil y en las Pampas argentinas...aspecto arbóreo sin serlo...¡curiosidades de la Botánica!  

Están descritas unas 17 especies. La especie tipo es P. americana descrita por Linneo en 1753.
La P. americana aunque su origen es Norteamérica está naturalizada por todo el mundo, en zonas templadas, y se puede encontrar también en la Península Ibérica.
La Phytolacca americana nos llama la atención por sus tallos púrpuras destacando en el entorno verde. Las hojas son alternas, pecioladas, de terminación algo apuntada. Las flores, pequeñas y blanco-verdosas, se disponen en racimos terminales. Florece de julio a noviembre. El fruto es una pequeña baya  de color púrpura oscuro. Estos frutos fueron usados por los indios nativos para conseguir un tinte rojo. Precisamente a esta característica debe su nombre ( Phyton=planta y Lacca= tinte rojo)

Las hojas y frutos contienen toxinas, fitolacatoxina y fitolacigenina, venenosas para los mamíferos, pero no para las aves. Las hojas, fritas o hervidas tres veces, pierden la toxina.

Otra especie, la P. dodecandra se ha estado investigando para el tratamiento de la esquistosomiasis.



Llamativo color púrpura de la Phytolacca.


AMARANTO. Amaranthus. Familia Amaranthaceae. Este nombre procede del griego y su significado es el de "flor que no se marchita" o "flor de la inmortalidad". Están  aceptadas unas 70 especies. Cuarenta de estas especies son nativas de América, aunque estas plantas están muy extendidas por climas templados y cálidos.
En la época precolombina se cultivaba como alimento, sobre todo, el Amaranthus caudato , llamado kiwicha por los nativos, ya que posee unas semillas de gran poder nutritivo, empleadas para hacer harina. También se la consideraba una planta sagrada  de uso en sus rituales .

El género Amaranthus está próximo al género Celosía, éstas últimas plantas muy vistosas, como plumeros de variados colores  que estamos acostumbrados a ver  en los viveros.




Densa inflorescencia del Amaranto.


Amarantos de bajo porte en la platabanda del Real Jardín Botánico, Madrid


Detalle de la inflorescencia del Amaranto



RICINO. Ricinus communis. Pertenece a la gran Familia Euphorbiaceae. Se distribuye por todas las regiones cálidas del globo. Se trata de un arbusto de tallo grueso y  hueco de hermoso color púrpura. Las hojas , alternas, palmeadas y con nerviación marcada, pueden tener  gran tamaño. Forma grandes inflorescencias, conformadas en panícula, situándose las flores masculinas en la parte inferior y las femeninas en la superior.
Los frutos son globulosos y erizados, púrpuras al comienzo y marrones al madurar. Cada uno con tres cavidades donde se disponen las semillas, una por cavidad, grandes y jaspeadas que, en el momento de la maduración, son lanzadas a gran distancia.
La ricina es el potente tóxico que contienen las semillas. Tiene uso industrial.




Planta de Ricinus communis en RJB, Madrid



Detalle de las hojas palmeadas del ricino.



Detalle de los frutos maduros y de la semilla del ricino


En el RJB de Madrid se pueden ver estas plantas del ricino, en gran número, en la zona del huerto y  acompañando a las dalias y a la planta del tabaco, en los parterres cercanos.

Observar todas estas plantas bien merece un paseo por un lugar, el Jardín Botánico de Madrid, generoso en gratificaciones.




Púrpura en las hojas, tallos y frutos del Ricino





















lunes, 1 de octubre de 2018

Francisco Hernández ( 1515-1587), médico-botánico






Francisco Hernández de Toledo, médico y botánico

Pionero en tierra ignota


Hay personajes en la historia que resuenan en los oídos de todos por estar posicionados en lo alto de la  pirámide de las figuras ilustres y otros  que, sin menos méritos, quedaron marginados en la cuneta  por una serie de circunstancias adversas.
Este es el caso de Francisco Hernández, conocido por los que bucean en las raíces de la Botánica y de la Historia, pero un completo desconocido para el público en general, y no fue poco lo que este hombre anduvo, trabajó y escribió , siendo uno de los primeros cronistas del Nuevo Mundo.
Corrían los tiempos de Felipe II en cuyo Imperio no se ponía el sol. El rey, interesado por todo lo nuevo, en especial en remedios para sus dolencias, puso sus ojos en Francisco Hernández, a la sazón uno de sus médicos de cámara, y le confió la tarea del estudio y recolección de todo lo que la nueva tierra pudiera aportar.
Y allí fue cuando ya contaba 55 años , con su hijo, al territorio de Nueva España que tenía entonces  una extensión mayor que lo que hoy constituye el país de México. Partieron  de Sevilla en 1570.

Francisco Hernández nació en la Puebla de Montalbán (Toledo) en 1515.En su pueblo natal se puede ver, en la Plaza Mayor, una placa conmemorativa  pero la fecha de su fallecimiento, que tuvo lugar en Madrid, fue la de 1587, no 1578.

 Estudió Medicina en la Universidad de Alcalá de Henares.Ejerció en otro pueblo de Toledo, Torrijos y, más tarde, en Sevilla, donde recorría  el campo recogiendo numerosas plantas. También fue médico en el Hospital del monasterio de Guadalupe  regresando posteriormente a Toledo , al Hospital de la Santa Cruz. Pasados los años y con esta experiencia fue nombrado, en 1576, médico de la casa real de  Felipe II.



Puebla de Montalbán, Toledo

Placa conmemorativa en la Plaza Mayor de Puebla de Montalbán.





















Va a las Indias como Protomédico general y a "hacer la historia de las cosas naturales". El Protomedicato era en aquella época, a falta de los actuales Colegios médicos, un organismo que controlaba el ejercicio de la medicina y decía quien era apto para ello además de supervisar las actividades de las Boticas.

Recorrió extensamente el territorio mexicano. Luego se tomó un tiempo para ordenar todo el material, hablar con los médicos locales para conocer sus remedios y practicar la medicina en el Hospital Real de Indios., así como hacer frente a las epidemias que se dieron durante su estancia por aquellas tierras.
No sólo se interesó por la materia médica , también recogió información sobre arqueología, antropología e historia mexicana. En 1576 envió a la Corte sus escritos, dieciséis volúmenes.
El regresó, con su salud muy deteriorada, en 1577.
Su obra, que fue muy bien recibida por Felipe II y , encuadernada con lujoso acabado, pronto fue almacenada en El Escorial, y allí quedaron los volúmenes, hasta quedar destruidos en el incendio que sufrió el edificio en 1671.
Afortunadamente, su obra no se  perdió por completo pues se hicieron resúmenes de ella y copias, aunque esta es una historia rocambolesca.
El murió con la pena de no haber visto publicado su trabajo  ni haberse, por lo tanto, difundido  extensamente  como había sido su deseo.

La obra original de la Historia de las plantas de Nueva España incluía 1069 plantas identificadas, no solamente americanas, sino también de Filipinas, por ejemplo Cinnamomum cassia ( cassia) y la Mangífera índica (mango) y  otras de las Indias Orientales, que llegaban a América a través de Filipinas.




Dibujo del árbol del cacao del libro de Francisco Hernández de Toledo. Museo de América, Madrid



Cuando regresó  trajo consigo muchas raíces, plantas vivas y semillas. Describió la piña tropical, la chirimoya, el guanábano, la papaya, el coco, diferentes variedades de pimiento, la vainilla, el maíz,el cacao, el girasol, ágaves, hibiscos, la zarzaparrilla, el tabaco...
Destacan en la obra capítulos sobre el liquidámbar,la coca, los bálsamos de Tolú y de Perú, tan apreciados en la época, diferentes purgantes  y también el dedicado al cacao, así como detalles de las diferentes formas de preparación , y el uso de otras plantas que se le añadían para mejorar su sabor.


El interés por su obra se extendió por Europa  en las últimas décadas del siglo XVI.
Se realizó una edición madrileña de su obra en 1790, por Casimiro Gómez Ortega, médico y botánico, Catedrático del Real Jardín Botánico de Madrid.





Primeras páginas de la edición de Casimiro Gómez Ortega. Cortesía de Félix Alonso Sánchez. Biblioteca RJB , Madrid



La introducción en Europa de la Botánica americana, y su aplicación en Medicina, se inició con las primeras noticias de las plantas del Nuevo Mundo a través de muchas fuentes : textos colombinos, de Pedro Mártir de Anglería, de Gonzalo Fernández de Oviedo y  escritos de muchos cronistas.
En Europa se recibían semillas y plantas vivas que los interesados en estas cuestiones y muchos médicos, entre ellos Nicolás Monardes en Sevilla, se apresuraban a plantar en sus jardines y a conocer sus aplicaciones.
A mediados del siglo XVI , el coleccionismo de objetos naturales adquirió una importancia  que iría en aumento en el siguiente siglo, alcanzando, asimismo, auge los jardines botánicos.
La importancia que tuvieron  las referencias botánicas del Nuevo Mundo es innegable. En obras médicas del siglo XIX se recogían aplicaciones terapéuticas que fueron introducidas en Europa por médicos españoles.
Nunca antes del descubrimiento del Nuevo Mundo se había producido un intercambio vegetal a tan gran escala. Debemos estar agradecidos a todos los que contribuyeron a ello.



Plaza de Puebla de Montalbán, Toledo.Julio,2018


Para quien quiera saber más son estupendas las siguientes obras :

-Las primeras noticias sobre plantas americanas en las relaciones de viajes y crónicas de Indias  (1493-1553). José Pardo Tomás y María Luz López Terrada. Instituto de estudios Documentales e Históricos sobre la Ciencia. Universitat de Vaència_CSIC. Valencia, 1993.

-La influencia de Francisco Hernández (1515-1587) en la constitución de la botánica y la materia médica modernas. José María López Piñero y José Pardo Tomás. Instituto de estudios Documentales e Históricos sobre la Ciencia. Universitat de Vaència_CSIC. Valencia, 1996