miércoles, 1 de febrero de 2023






Frutos y semillas (I)

 


Semillas curiosas y bellas



En las semillas, que son la unidad de dispersión de la especie, está contenido todo el futuro de la planta, el poder de resurgir al cabo de un tiempo.  
La variabilidad de frutos que vemos en el mundo vegetal de nuestro alrededor es inmensa así como las semillas que contienen.
Podemos recoger los que nos parezcan más llamativos y guardarlos en una caja para poder estudiarlos y observarlos con calma. Sorprenden sus diferentes formas así como las semillas que contienen en su interior.






Os muestro a continuación algunas fotos de frutos y semillas que me han llamado la atención y que vemos en los parques o en el campo.

Se llama tiempo de latencia  o dormición al período que puede trascurrir hasta que las semillas, que sean viables, germinen. Algunas semillas tienen un tiempo de latencia larguísimo como las del loto. 

Este período es una gran estrategia de supervivencia ya que pueden permanecer viables hasta que se den las circunstancias adecuadas para garantizar su desarrollo.
Que la semilla sea viable, que mantenga su potencial aunque las condiciones sean adversas, es su propiedad más importante y, para mí, la más admirable.



Fruto de jacaranda
Jacaranda. Fruto abierto con semillas



Existen diferentes tipos de latencia. En líneas generales, se habla de una latencia impuesta cuando la semilla no germina porque no se dan las condiciones ambientales adecuadas para ello.

Se denomina latencia innata a aquella en la que, aún cuando se dan las condiciones favorables (luz, temperatura, humedad, etc...), la semilla no germina por sus características propias como tener el embrión gruesas cubiertas o por resistencia a la expansión de sus raíces o por la existencia de inhibidores de la germinación. Son numerosas las sustancias y hormonas vegetales que influyen en este sentido.



                                     De izq. a der. semillas de cala, dondiego de noche y acanto.


Según las características externas, tanto de frutos como de semillas, se puede deducir su método de dispersión, muy variados, otra estrategia asombrosa.
Las semillas pueden caer cerca de la planta madre, si a ella le interesa, o llegar muy lejos, cada especie tiene sus métodos.



Trifolium stellatum


Semillas de tulipífero de Virginia.
        Brussonetia papirífera



Raphanus raphanistrum. Brasicacea.
Fruto de magnolio

    

Vainas de Campsis radicans


Fruto y semillas de Firmiana simplex


Erythrina crista-galli


Cápsula de Papaver somniferum


El suelo es un maravilloso banco de semillas.
En cualquier solar, cuando las condiciones sean favorables, podremos asistir al surgimiento de nuevas plantas gracias a las semillas caídas de las herbáceas de la temporada anterior o a semillas viajeras que hasta allí llegaron.

En casa podemos intentar germinar algunos frutos que comemos, por ejemplo, dátiles, mango, aguacates... Si nos ponemos a ello, y lo conseguimos, veremos que resulta muy interesante, curioso y gratificante.



Semilla de dátil con su radícula








































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