Dalieda sin dalias
En 2007 se
inauguró en Madrid la Dalieda de San Francisco, anexa a la Basílica de San
Francisco El Grande. El hecho de que un solar, abandonado durante años, en el
centro de Madrid, se convierta en parque
es siempre una buena noticia. Su nombre figuraba en una placa, a la
entrada. Pero los años han ido pasando y…ya no hay dalias. El espacio se ha
convertido en una rosaleda. No sé si se habrán malogrado por falta de cuidados
o por la situación en que las colocaron;
se trata de un parque sin ninguna sombra, por lo tanto, con exceso de calor y
sol en verano y expuesto a las heladas en invierno pues está
situado en una zona de cierta altitud . Desde allí se puede contemplar
Madrid y sus bonitas puestas de sol. Pero si quieres ver dalias tendrás que encaminarte al real Jardín Botánico de
Madrid.
La antigua Dalieda, ahora rosaleda. |
Las dalias
son flores espectaculares que en ésta época, mediados de octubre, se encuentran
en todo su esplendor en el Jardín Botánico . Su floración puede extenderse de
junio a noviembre. Tienen, como inconveniente , que el gran peso de algunas
flores hace necesario el uso de un
soporte o tutor que les mantenga.
La historia
de la dalia comienza en México pues es oriunda de esas tierras. Los aztecas las
consumían hasta que la patata, traída
por los españoles desde Perú, las desplazó como nutriente.
El médico
Francisco Hernández, enviado por Felipe II al Virreinato de Nueva España ( hoy
México y sur de EEUU) fue el primero en escribir sobre ellas en su obra De
Historia Plantarum Novae Hispaniae. Por él sabemos que eran cultivadas por los
aztecas y consumidas por sus tubérculos y algunas especies, como la Dahlia
imperiales, que tienen los tallos huecos, eran usadas por los nativos como
tuberías para traer el agua de los manantiales a las viviendas. Parece que por
este uso recibieron el nombre de acocoxochitl en el lenguaje nativo.
No se
introdujeron en Europa hasta 1789.Durante la exploración de Martín de Sessé y José Mociño al virreinato
de Nueva España( 1787-1803), se enviaron ejemplares al Real Jardín Botánico de
Madrid, siendo primer catedrático del
mismo Casimiro Gómez Ortega,
quien organizó ésta y otras importantes expediciones botánicas. Fue su sucesor
en el cargo, Antonio J. de Cavanilles
quién la describió en su obra Icones et Descriptiones Plantarum (1791) y le dio el nombre de un discípulo de Linneo
, Anders Dahl (1751-1789).
Las primeras
especies, Dalia pinnata ( de flores púrpura semidobles) y D.coccínea ( de
flores rojas simples) no prosperaban bien en el clima europeo.
En 1804,
Alexander von Humboldt (1769-1859) envió semillas, desde México, de la especie
D. variabilis a los jardines de Paris y
Berlín. Eran flores semidobles en púrpura pálido, rosa y amarillo y crecieron
bien. Cuatro años después, ya existían 55 cultivares en los jardines botánicos
de Berlín.
Las dalias, a
principios de 1800 eran muy populares en toda Europa. En 1815, ya se habían
establecido las formas y colores que vemos en las dalias modernas, excepto la
variante cactus.
Se produjeron
gran número de cultivares. Las variedades de dalias son innumerables : simples,
dobles, semidobles, pompom, cactus... En 1966, fue designada La Real Sociedad
de Horticultura inglesa como la encargada de su registro. Actualmente hay cerca
de 20.000 variedades.
Es la flor nacional de México. Desde 2007 se
celebra allí el Día Nacional de la Dalia, que es el 4 de agosto. También es la
flor de la Sociedad de Amigos del jardín
Botánico.
Dahlia cactus |
Dahlia excelsa, puede alcanzar 4 metros. |
Dahlia topmix pink |
Pertenece a la familia de las Compuestas (
Asteraceae) y, por lo tanto, tiene dos clases de flores, las tubulares en el centro y las liguladas al exterior, con
apariencia de pétalos. Ambas clases de flores forman una cabezuela o capítulo.
El fruto, aquenio, contiene una sola semilla y no se abre. Las hojas son
opuestas y pueden ser, según las variedades, simples o compuestas, de margen
aserrado.
Las dalias
cactus son las que tienen las hojas puntiagudas y curvadas en toda la longitud
de los pétalos. Derivan de la D. juarezii,
que se introdujo en Holanda en 1872 y recibió ese nombre en honor del presidente de México , en aquel
momento, Benito Juárez.
En el Jardín
Botánico además de ver una gran variedad de dalias, hay también una glorieta
que merece ser descubierta, muy recoleta y tranquila, rodeada de tilos, en la
que hay una escultura “ la niña de la dalia” de Julio López Hernández. La niña
lleva en la mano esta flor pero, en algunas ocasiones, no es la única. porque
aparece acompañada por alguna pequeña ramita u otra flor, aportadas por los
paseantes
Dahlia G. F. Demerick |
Bibliografía:
Atlas de
jardinería. John Grimshaw. Ediciones Edilupa, 2004.
www.conabio.gob.mx.Heike
Vibrans,2009.
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