jueves, 14 de diciembre de 2017

Muchacho con turbante y un ramillete de flores






Muchacho con turbante y un ramillete de flores


Michiel Sweerts,  pintor flamenco del siglo XVII, realizó este magnífico cuadro. Para quién no conozca a este muchacho ,le puede encontrar en el Museo Nacional Thyssen. Se trata de un óleo sobre lienzo de poco más de 76x61 cm.
El cuadro apareció en Roma, formando parte de una colección, en el año 1955. Ese mismo año se presentó al público en Londres, en  una exposición  sobre los artistas del siglo XVII en Roma.
Por estas fechas, el cuadro se denominaba  figura con turbante y no fue hasta 1958, en  la exposición monográfica dedicada a Sweerts en Rotterdam,  cuando se describió la figura como la de un muchacho.
Michiel Sweerts nació en Bruselas , para unos en 1618 y, según otros en 1624.Al igual que hay desconocimiento de su fecha exacta de nacimiento, tampoco se conoce mucho sobre su formación. Si se sabe que estuvo en Roma,posiblemente entre 1645 y 1652, como otros pintores flamencos que acudían allí a completar sus estudios y que se dedicaban a la representación de escenas de la vida cotidiana . En 1656, ya estaba de vuelta en Bruselas, dirigiendo  su propia academia de dibujo.Pero las inquietudes de Sweerts iban más allá de la pintura. Hacia 1659, se ocupó de supervisar los trabajos de construcción de un barco en el que se enrolaría después, como hermano lego ,con la intención de realizar una expedición misionera al sureste asiático, pero no concluyó el viaje  ya que se vio apartado del mismo por culpa  de su carácter difícil, muriendo  en Goa ( India) en una misión jesuita, en 1664.



Muchacho con turbante y un ramillete de flores de Michiel Sweerts.



El cuadro es controvertido respecto al tema. Ha formado parte de exposiciones con distintas temáticas.
En 1997, figuraba dentro  de una exposición en el Museo del Prado, titulada " Los cinco sentidos y el arte" porque el hecho de que el joven sostenga en la mano un ramito de flores llevó a pensar que fuera una ilustración del sentido del olfato. En la obra del pintor sí hay unas series dedicadas a los cinco sentidos además, en la historia de la pintura, la representación de hortalizas y flores se ha utilizado para expresar dicho sentido.Para otros, sin embargo, el ramillete será un elemento sólo decorativo.
En 2015, formó parte de otra exposición, esta vez en el Museo de los Agustinos  (museo de Bellas Artes de Toulouse) sobre las llamadas figuras de fantasía en Europa del siglo XVI al XVIII. Bajo este nombre se incluyen pinturas que van más allá de ser simples retratos sino que intentan expresar emociones, sentimientos buenos o perversos, en suma, la ambivalencia del ser humano o la cuestión del género. El título de la exposición lo dice todo : ceci n'est pas un portrait.
Los pintores no solamente realizan trabajos por encargo, también otras obras en la que se liberan , no sienten las ataduras asociadas al retrato,  pudiendo expresar aquello que realmente desean y llevar a cabo ejercicios de experimentación sobre la complejidad del ser humano y su representación; por añadidura, se trataría de cuadros accesibles a una clientela más amplia que habría aumentado su poder adquisitivo.
En 2017,coincidiendo con la celebración en Madrid del Wordl Pride, el museo Thyssen preparó un recorrido con el título Amor diverso,en la que se incluía esta obra, con la intención de proyectar una mirada distinta,basada en género, identidad y orientación sexual .
Asi pues, este cuadro, no es solamente uno de los mejores del autor  por su virtuosismo técnico dominando el detalle, el volumen, la composición... sino también un cuadro misterioso que da alas a la imaginación.

Detalle del ramillete.

Los detalles


La fecha de la realización del cuadro es controvertida. Para unos, hacia 1654, casi al final de la estancia del pintor en Italia. Para otros, a finales  de esa década,poco antes de su salida de Amsterdam.
El volumen refleja la enseñanza italiana.El manejo de la luz lo acerca a los pintores holandeses de interiores.
 Sobre fondo oscuro resalta la figura del muchacho.La gama de colores es equilibrada y elegante. Al contemplarlo uno se recrea en los flecos del turbante y los pliegues de las telas.La delicadeza en la realización de la mano me parece remarcable. La composición del cuadro te atrae hacia la figura con el deseo de fijarte en los detalles.
Un cuadro misterioso del que no conocemos al retratado, quizá una de esas figuras de fantasía quedando  para mí muy claro que el artista disfrutó ejecutándola.




El ramillete que porta parece de flores silvestres, pequeñas flores recogidas sin que conozcamos la intención ¿ para su propio disfrute o para entregarlas a alguien? ¿ en ese detalle se esconde alguna simbología?
Las que destacan , las flores rojas,  podrían corresponder a  alguna variedad de ranunculácea, anémona hepática o pulsatilla, o alguna especie de saxífraga, pero no se distingue el corazón de la flor ,con los estambres, que pudieran darnos más pistas. Se admiten sugerencias.
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Parece que el muchacho observa algo o a alguien a su izquierda  y está sumergido en sus pensamientos.Esta obra es significativa no sólo por su valía técnica, también por la falta de conocimiento de las intenciones del autor, lo que deja abiertas tantas posibilidades de interpretación como espectadores prendados de ella. Una gran interrogación pende sobre el cuadro.











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