viernes, 25 de mayo de 2018

Tulipíferos en Madrid-Río






Paseando por el parque Madrid-Río podemos encontrar estos árboles. La primera vez que los vi, hace unos años, fue en Cantabria y sus hojas me llamaron la atención, me parecieron muy bonitas y singulares.
Se trata del tulípero, tulipífero, liriodendron, árbol de las tulipas...puede recibir todas estas denominaciones. El género se denomina Liriodendron, pertenece a la familia Magnoliaceae. Se conocen dos especies, una es nativa de Norteamérica (Liriodendron tulipífera o Tulipífero americano o de Virginia) y la otra de China (Liriodendron chinense).

Son árboles caducifolios que pueden alcanzar grandes dimensiones, de corteza pardo-grisácea. 
En  Madrid- Río se pueden ver dos pequeños grupos , cercanos a la orilla del río en el margen derecho, a un lado y al otro  del Puente de Toledo. se trata de árboles pequeños que aún están adaptándose al lugar.
Las hojas son muy hermosas, alternas, la mayoría de las veces tienen cuatro lóbulos y esa cortadura tan especial en el extremo.Las de los árboles jóvenes pueden ser más lobuladas que las de los árboles maduros. En otoño destacarán con su color amarillo.
Las flores no llaman la atención desde lejos porque son amarillo-verdosas, pero al acercarnos a ellas apreciamos su belleza y peculiaridad.



Tulipíferos de Virginia en invierno.Madrid-Río
Tulipífero. La primavera en Madrid-Río



Tulipífero ya en flor. Puente de Toledo al fondo. Madrid


El capullo es verde de suave tacto. Las flores son de un tamaño grande, entre 4-8 cm de diámetro, terminales, esto es, al final de las ramas. Poseen nueve tépalos. Tres exteriores verdes, que hacen las veces de sépalos y se despliegan hacia atrás, y seis interiores, semejantes a pétalos, que presentan una banda inferior de color naranja. En el centro, los abundantes estambres rodean a la gruesa espiga central, con forma de piña.
Parece que el nombre de tulípero proviene de la forma de las flores que, antes de abrirse del todo, tienen una forma de copa más cerrada y recuerdan al tulipán.
Los pistilos darán lugar a las sámaras, así se denominan los frutos que presentan un ala que facilita la dispersión de las semillas. En este caso,  con una semilla en forma de tetrahedro en el extremo del ala.

El tulipífero americano  se denomina, por su origen, Tulipífero de Virginia. En los Apalaches puede alcanzar una gran altura, llegando a los 50 m.



Capullos verde-oscuros del tulipífero

Restos del fruto del Tulipífero de Virginia



Bella forma de las hojas del Tulipífero

Hojas de Tulipíferos  más o menos lobuladas

























Se introdujo en Europa en el siglo XVI o , mejor dicho, se reintrodujo, ya que se ha encontrado como fósil, por lo tanto se cree que se extinguió como consecuencia de las glaciaciones. En Inglaterra parece que fue John Tradescant el Joven quién lo trajo de Virginia en el siglo XVII.
Se ha extendido por muchos estados de EEUU, también por Canadá, Argentina, Australia...
La corteza contiene un alcaloide, la tulipiferina, que es un estimulante del corazón y del sistema nervioso y es tóxico. 
Su madera, que no es muy resistente, se trabaja bien y los indios nativos de Norteamérica la empleaban para construir sus canoas.



Tulipífero. Numerosas flores solitarias y terminales con parecido al tulipán


Tulipífero. Detalle de la flor


La banda naranja en la flor del Tulipífero de Virginia.


La otra especie, el Liriodendron chinense , es nativa del centro y sur de China. Es menos conocido y se diferencia  de la especie americana en las hojas y en las flores. Las primeras presentan lóbulos mayores y son algo peludas en el envés; respecto a las flores son algo más pequeñas y no tienen la banda naranja en los tépalos interiores.
De las dos especies se crearon los híbridos, algunos muy llamativos con hojas doradas o bicolores.
El tulipífero no es un árbol que se vea con frecuencia en la ciudad de Madrid. Estos dos grupos de arbolitos al lado del río esperemos que prosperen y constituyan un pequeño bosquete de esta singular especie.



lunes, 14 de mayo de 2018

Echium "diferentes" en los descampados de Majadahonda.


 Echium " diferentes"en los descampados de Majadahonda (Madrid)


Esta primavera, gracias al año lluvioso que hemos tenido, las cunetas y los descampados se han llenado de flores. Da gusto verlo todo tan verde y lleno de colorido.
Entre ellas destaco al Echium, comúnmente llamado viborera. La palabra echis, en griego, significa culebra y este nombre se debe  a que los frutos, llamados núculas, tienen una forma que recuerda la cabeza de los reptiles.

Descampados en Majadahonda, mayo 2018


Magnífica primavera. Majadahonda, 2018


Los Echium son unas plantas herbáceas con abundantes flores de color violáceo.Este género  pertenece a la familia Boraginaceae. Se han descrito hasta 60 especies.

Son dos los que podemos ver fácilmente en nuestro entorno.
Echium vulgare. Descrito por Linneo en 1753.Toda la planta presenta una tremenda aspereza, con tallos llenos de rígidos pelos . Se suele presentar como tallos aislados.
Echium plantagineum.  Su tacto , aunque áspero, no lo es en el grado del E. vulgare. Se suele ver con varios tallos procedentes de la roseta basal, uno de ellos, el central puede ser de más altura.
Es muy invasora y puede hacerse dueña, fácilmente, de toda la pradera.



Echium vulgare. El Pardo, Madrid



Echium vulgare, detalle



Echium plantagineum. Majadahonda

Pero este año en el descampado, frente al hospital Puerta de Hierro, han aparecido unos llamativos ejemplares de E. plantagineum que destacan a lo lejos por su volumen.


Sus tallos son especialmente anchos, algunos llegan a los 7 cm e, incluso, se retuercen sobre sí mismos.En la parte superior, que llama la atención como si fuera una maza o una cresta, se disponen las flores.



Fasciación en Echium plantagineum. Majadahonda, Madrid


Fasciación. Tallo de Echium engrosado y retorcido.


Este fenómeno de crecimiento desmedido se denomina fasciación. Se trataría de algo semejante al cáncer en los animales, esto es, una proliferación celular anormal e incontrolada.Puede afectar a raíces, hojas , tallos, flores , frutos...Se puede ver en  plantas mono o dicotiledóneas, herbáceas o leñosas.

Este fenómeno de malformación de las plantas fue ampliamente estudiado ya a comienzos del siglo XX (Wordsell 1915,1916) pero aún no sabemos , de forma concluyente, a qué es debido. Se ha descrito en, al menos, 107 familias de plantas y está muy extendido geográficamente.
La fasciación puede tener una base genética, ser debida a factores ambientales  o producirse por una infección bacteriana. En este último caso se ha hecho responsable a la bacteria Rhodococcus fascians ( gram +).Se conocen dos tipos de R. fascians. Uno de ellos sólo coloniza la superficie de las plantas y el otro, puede entrar en el interior de las células.
Esta bacteria puede causar alteraciones del crecimiento similares a las producidas por alteraciones hormonales, con proliferación de yemas, número de brotes anómalo, engrosamiento de hojas y tallos, raíces adventicias...



Fasciación. "Cresta de flores"
Echium afectado.La cima floral se va desplegando con el paso de los días.

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El R. fascians puede diseminarse fácilmente desde las plantas infectadas, las semillas, el suelo , las manos o a través de útiles de jardinería.Esta bacteria puede permanecer en el suelo aún con pobres condiciones. No es fácil aislarla de las plantas infectadas ni tampoco reproducir la enfermedad cuando se inocula a plantas sanas.

Son otros muchos los factores que se han estudiado en un intento de averiguar las causas. Se han postulado factores como alta radiación UV, altos niveles de nutrición de las plantas  pero , en este sentido, podemos ver plantas anómalas muy próximas a otras normales, por lo tanto, tampoco estaría muy clara la causalidad. Otro factor estudiado ha sido el daño producido en la planta por insectos, nematodos, herbívoros...
Sabemos poco en relación a este curioso y espectacular fenómeno.Esta primavera se ven estos Echium anómalos en muchos lugares. En estos descampados nunca los había visto con anterioridad y, en este mes, he observado hasta cuatro ejemplares.

Qué poco sabemos de la naturaleza más cercana pero esto, a la vez,  hace fascinante a la ciencia botánica.

Fasciación. detalle del tallo.


E. plantagineum con fasciación. Semioculto entre las flores.





Bibliografía
-Ansari, S.,and Daehler, C.C. 2011. Fasciation in invading common mullein, vrebascum thapsus (Scrophulariaceae): testing the roles of genetic and environmental factors. Pacific Science.,vol. 65,no.4:451-463.
-Putnam, M.L.,and Miller,M. 2007. Rhodococcus fascians in herbaceous perennials. Plant disease.  Vol. 91 No.9:1064-1076.


domingo, 13 de mayo de 2018

La Aquilegia en los floreros de Clara Peeters





La Aquilegia en los floreros de Clara Peeters


Clara Peeters fue una magnífica pintora, desconocida para el público general hasta  que pudimos ver en 2016 ( octubre 2016-febrero 2017) una exposición de sus obras en el Museo del Prado.Este es un dato importante ya que fue la primera exposición dedicada a una mujer en dicho museo.
Fue una pintora flamenca del siglo XVII, de la que se sabe muy poco acerca de su biografía y  la mayoría de los datos proceden del estudio de sus cuadros.Nos han llegado 39 cuadros por ella firmados.Sus obras más tempranas son de 1607-1608.Por tanto, comenzó en la primera década del XVII y su mayor actividad la alcanzó entre 1611-1612. Pero no conocemos detalles de su formación.

Se cree que nació entre 1588-1590, seguramente en Amberes, ciudad que alcanzó en aquella época gran importancia comercial y representó un  activo centro de arte.
En el tiempo que la tocó vivir no era frecuente que la mujer desarrollase una actividad profesional.La actividad artística podían desarrollarla mujeres de familias nobles o relacionadas con pintores por circunstancias familiares.Algunas pintoras eran hijas de artistas lo que les facilitaba el aprendizaje del oficio. En su caso, no sabemos cuales fueron las relaciones que le permitieron ese acceso.

Casi todos sus cuadros son bodegones, hay que recordar que cuadros con desnudos, temas religiosos o de hechos históricos representaban géneros a los que no tenían acceso las mujeres.
El género del bodegón se desarrollaría independientemente y alcanzaría una gran importancia, siendo ella un estupendo ejemplo.
En sus cuadros nos mostrará  diversos alimentos sobre platos y fuentes,ya sean dulces, pescados, mariscos, flores, animales y diferentes objetos de lujo, entre los que no faltan algunos detalles referidos a la fugacidad de la vida ( vanitas).
Algunos de estos objetos se repiten en su obra, de lo que se deduce que pudo emplear plantillas  o  métodos de calco para reproducirlos. Por otro lado, este modo de trabajar era común en los talleres de los pintores flamencos desde el siglo XV, ero debían ser hábiles para que estas repeticiones, que permitían una mayor producción,  no quitaran valor a los cuadros.



Bodegón con flores.Clara Peeters, 1611. Museo del Prado


Curiosamente, pintó su rostro en algunas de sus obras,  autorretratos reflejados en la superficie de objetos  brillantes de metal, como copas o jarras.
Su arte es realista, basado en una detallada observación directa, reflejando una nueva tendencia que ya surgió a finales del XVI.

Su Bodegón con flores, copa de plata dorada,almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre es un óleo sobre tabla de roble, de 52 x 73 cm, lo llevó a cabo en 1611 y  se puede disfrutar en el Museo del Prado.
En sus composiciones florales representa narcisos, rosas, tulipanes, lirios, amapolas y... aquilegias.
A la izquierda , en el florero, podemos apreciar una aquilegia blanca.



Numerosas flores bien representadas. Clara Peeters
Detalle del florero. Clara Peeters


Otro cuadro donde vemos otra  composición floral es el denominado  Ramo de flores con ratón de campo y espiga de trigo.datado entre 1612-1621. Se trata de un óleo sobre tabla, más pequeño que el anterior, de 27 x 21 cm, que pertenece a una colección particular. La aquilegia aquí representada se sitúa en la esquina superior derecha, y es rosada.
¿En qué se inspiró?  Pudo conocer todas las plantas que se representan pero no hay que olvidar que ya, a mediados del siglo XVI y en Amberes, se realizaban grabados de animales y plantas  con finalidad didáctica. Así pues, también pudo conocer estas obras que la sirvieran de ayuda en el estudio de las diferentes flores.
Su precisión y detalle en los objetos representados da idea de su capacidad y habilidad técnica, a mí me impresionó conocer sus obras.



Ramo de flores con ratón de campo y espiga de trigo.Clara Peeters
Detalle. Aquilegia arriba, a la derecha. Clara Peeters


¿Qué planta es la Aquilegia o garra de águila?


Hasta hace poco tiempo no era frecuente ver esta planta en los viveros. Ahora si es posible encontrarla.
El género Aquilegia cuenta con 60-70 especies , pertenecientes a la Familia Ranunculaceae.

Aquilegia vulgaris. Planta herbácea anual. Sus curiosos pétalos tubulares se prolongan en la parte posterior  creando una forma similar a una garra , de ahí el nombre vulgar de Aguileña.Por su extraña forma recibe muchos nombres. En habla inglesa se las denomina colombinas.
Las hojas  son trifoliadas y, a su vez, cada una presenta  tres lóbulos de bordes  redondeados.
Esta vivaz puede alcanzar 50- 80 cm de altura o , incluso, algo más. Las flores son llamativas, peculiares, de buen tamaño, de unos 5 cm, de color azul-violeta, péndulas. También hay Aquilegias vulgaris amarillas y puede encontrarse con flores blancas en Los Pirineos.
La corola es muy vistosa, consta de un anillo interno de cinco pétalos nectaríferos que se prolongan hacia atrás en un tubo cerrado, que formará los espolones que le dan el nombre.Rodeando a esta estructura se extienden y abren hacia atrás otras cinco piezas petaloideas, constituyendo un anillo externo.
Florece de primavera a verano.Vive en prados de montaña, yo la he encontrado en los montes de Cantabria, entre los valles del Pas y el valle de Iguña.
Descrita por Linneo ( Species Plantarum, 1753). Muy extendidas en Europa central.Fueron introducidas en Gran Bretaña, donde es una flor tradicional del jardín, y en los  Países escandinavos.




Aquilegia vulgaris
Aquilegia vulgaris

Aquilegia vulgaris amarilla. Real Jardín Botánico, Madrid



Otra especie es la Aquilegia caerulea que podemos encontrar en los viveros. Nativa de las Montañas Rocosas. A. caerulea es la flor del estado de Colorado.
A. caerulea var. chrysantha ( que significa con flores doradas), fue descrita en 1873.
La Aquilegia flavescens es también  originaria de EEUU, de las Montañas Rocosas. Lo más frecuente es que sea de color amarillo aunque pueden ser bicolor. La. A. flavescens fue descrita y publicada en 1871, por Sereno Watson.


Actualmente, hay numerosos cultivares de diferentes colores.Se han conseguido ejemplares con múltiples pétalos y  variados colores, incluso el negro.



Aquilegia caerulea bicolor

A. caerulea con sus espolones

        Vista de perfil de Aquilegia caerulea
Aquilegia caerulea bicolor


La planta se reproduce fácilmente por medio de semillas, aunque la floración puede aparecer al segundo año. Los frutos son folículos unidos por la base, como dedos de una mano que, al madurar, se abrirán para liberar las semillas.



Frutos de la Aquilegia

La Aquilegia, con su peculiar flor, ya me había interesado, pero descubrirla en las obras de Clara Peeters  ha tenido para mí una importancia especial.
Sus obras me parecen exquisitas, revelando tal cantidad de detalles con lo que va aumentando nuestra admiración.
Esta pintora al realizar sus autorretratos , no sólo está haciendo patente  su  habilidad como artista sino que, además, pudo constituir para ella la forma que tuvo de reafirmarse. 
Dada la pequeñez de lo que sólo parece un reflejo que apenas se aprecia frente a los cuadros en el Museo , me pregunto quién fue la primera persona que descubrió allí su cara y qué impresión le causaría esto, ya que  solamente si aumentamos la imagen, lo que ahora podemos hacer con facilidad , nos daremos cuenta que vemos un rostro.
Contemporánea de figuras como Jan Brueghel el Viejo, Rubens, Snyders o Van Dyck, no le sería fácil abrirse un hueco en el mercado del arte aunque sí parece que tuvo  reconocimiento en vida.
El desconocimiento de sus datos biográficos la rodean de un halo misterioso que no hace más que  acrecentarse cuando  entrevemos  su rostro que , llegando desde el pasado, nos acerca a su persona y nos hace preguntarnos sobre las circunstancias que le tocó vivir.





lunes, 7 de mayo de 2018

Wisteria, esplendor en La Quinta





Wisteria, esplendor en La Quinta.




La Quinta del Duque de Arco

Wisteria y secuoyas


A principios del siglo XVIII, concretamente en 1717, Alonso Fernández Manrique de Lara y Silva, primer Duque de Arco ( 1672-1737) compró la Quinta de Valrodrigo en el Monte de El Pardo. Se trataba de una finca, agrícola y ganadera, donde él mandó construir un palacio y un jardín. El diseño de éste último fue encargado al francés Claude Truchet  y se llevó a cabo en 1726. 
Este es el origen del lugar, cercano a Madrid, en el camino de El Pardo, que conocemos como la Quinta del Duque de Arco y que podemos visitar.

El jardín se estructura en cuatro terrazas, de la parte superior a la inferior, en ligero desnivel. El agua tiene un papel fundamental en el diseño, comenzando por  el estanque oval en la primera terraza , la cascada en escalera,entre la segunda y la tercera y  una fuente central, en la última , además de otras fuentes más pequeñas.
Si la visita coincide con el funcionamiento del estanque superior con todos sus surtidores y de la cascada, el rumor del agua te acompañará todo el recorrido.

El Duque fallece en 1737 y, en 1745, la viuda donará a Felipe V la finca,  quién la incorporará   al Real Sitio de El Pardo.



Jardín de lka Quinta.Esquema de las cuatro terrazas.



Jardín de la Quinta del Duque de Arco. Vista superior de las terrazas.

Ahora, en primavera, la Wisteria llama profundamente la atención con su belleza.
La wisteria  recibe otros nombres, comúnmente se la denomina glicina o glicinia, también flor de la pluma.Es una leguminosa, es decir, pertenece a la familia Fabaceae. Es una planta trepadora, de hoja caduca.
El botánico Thomas Nutall describió la planta , publicándose en 1818.Le puso el nombre en honor de Caspar Wistar ( 1761-1818) quien era un profesor de anatomía en la Universidad de Pennsylvania. Esto es, deberíamos decir Wistaria, pero por producirse un error ortográfico quedó nominada como Wisteria. Dentro del género Wisteria hay varias especies.

La Wisteria sinensis es de origen chino, donde es endémica en varias provincias del sureste.Fue llevada de China a Europa y a Norteamérica en 1816.Ha llegado a ser invasora en algunas regiones del este de EEUU.
Sus flores blancas, violáceas o azuladas aparecen pronto, adelantándose a las hojas.Formarán grandes racimos colgantes en los que las flores se abrirán simultáneamente , llenando el ambiente de una agradable fragancia.
Las hojas son pinnadas, componiéndose de 9-13 foliolos.Su fruto es una legumbre alargada, entre 5-10 cm, que contiene  las semillas con apariencia de pequeños discos de alrededor de 1 cm de diámetro. Aunque la vaina puede verse en el invierno aún, es en el verano cuando se rompe quedando libres las semillas.Tanto éstas como las vainas son tóxicas.
Si  las plantamos  germinan con facilidad pero este método de propagación no se recomienda ya que la planta podría necesitar más de 10 años hasta la floración. Se propagan bien por por esqueje o acodo.Es una planta longeva, puede llegar a vivir más de cien años. Su crecimiento es rápido.

Otra Wisteria, la W. japonesa o floribunda o glicinia japonesa es una especie aún más llamativa.Es nativa de Japón y fue llevada a EEUU  en 1860.
Dos características la diferencian de la sinensis: la primera es que los racimos florales son más largos llegando a alcanzar hasta 50 cm de longitud.La segunda es que el tronco se va enrollando y retorciendo en sentido horario. .La sinensis lo hace al contrario.

La Wisteria  sinensis en la Quinta la observamos ya en un lateral de la primera terraza, pero dónde alcanza su máximo esplendor,  formando un espectacular muro colorido y fragante, es entre la segunda y tercera terraza ,  extendiéndose  por las escaleras laterales.



La Quinta. Wisteria a un lado del estanque oval.


La Wisteria flanqueando la fuente de la cascada.


Escalera lateral. No caben más flores...



Semillas discoides de la Wisteria sinensis


En este momento que es la época de su floración, si no podemos acercarnos a La Quinta, las veremos en numerosos lugares a nuestro alrededor,asomando por los muros de muchas casas o en sus fachadas y en numerosos parques de nuestro entorno. Al ser una planta caducifolia, su aspecto en invierno puede resultar triste y melancólico, pero en la primavera nos cautivará con su aspecto.



Pérgola con Wisteria. Parque de la Bombilla, Madrid . Invierno. 

Wisteria en Paseo de Yeserías, Madrid. Primavera,2011



Aparte de la Wisteria, paseando por la segunda terraza, dos grandes árboles nos llamarán la atención. Se trata de dos secuoyas plantadas en la segunda mitad del XIX, reinando Amadeo I (1871-1873).
Son secuoyas rojas, sempervirens o de California. También reciben el nombre de Wellingtonias. Típicas de la Alta California y Oregón. Pertenecientes a la Familia Cupressaceae. Subfamilia : Sequoioideae .
Se introdujeron en Europa en 1843.Si el nombre de secuoya proviene del nombre del jefe cheroqui Sequoyah, el de Wellingtonias es en honor del duque de Wellington quién regaló unos ejemplares a un aristócrata español.
Su tronco presenta una corteza  de tonalidades rojizas siendo al tacto suave y esponjosa. Dos espléndidos  ejemplares para admirar.



La Quinta. Secuoya roja.

Secuoya roja.


El paseo por estos jardines es un placer, además, no suelen estar muy concurridos.Tras concluir la visita, como la finca es extensa, podemos seguir andando por numerosos caminos .Está el olivar pero también las colinas que rodean a los jardines donde la vegetación silvestre es diversa. El entorno nos permite pasar de la estructura ordenada, de la naturaleza obligada por el diseño, al campo circundante,rico y salpicado de colores.